
Durante la disputa de la última etapa del Rallye de Suecia, emitida por televisión y cuyos tres mejores pilotos resultan premiados con tres, dos y un puntos extra, conocida como Power Stage, se producía la que para los telespectadores resultaba una imagen insólita: el DS3 WRC de Solberg no era pilotado por él.
Chris Patterson, copiloto del noruego, se veía obligado a asumir los mandos del WRC de Citroën debido a una infracción de velocidad cometida por el antaño Campeón del Mundo y que se ha saldado con la retirada de su permiso de conducción.
“Antes del último tramo ya sabía que tendría que conducir yo”, comenta el copiloto de 42 años, Patterson. “Nunca antes había pilotado el coche pero nos lo pasamos bien. La seguridad vial es muy importante y tenemos que seguir las normas. Petter conducía con exceso de velocidad y es justo que pague por ello”.
En la maniobra, el binomio ha perdido 51 segundos respecto al mejor tiempo de la especial, cediendo en al general el cuarto puesto al francés Ogier, que hasta ese momento les perseguía a menos de ocho segundos.